Dicen de ella que es la isla tranquila, el destino perfecto para desconectar del mundo y perderse en sus eternas playas de arena. Fuerteventura es la calma, la paz en estado puro. Uno de esos rincones en los que la belleza del paisaje tiene tanta fuerza que es capaz de transformar a todo el que la visita.
Toda la isla es un conjunto perfecto de vida y costumbres que se engarzan en parajes de asombrosa vegetación y cumbres inolvidables… Pero es el sur el que ofrece el verdadero puente de acceso al Paraíso. La zona de hoteles de Jandía, Costa Calma y Morro Jable es una oportunidad de oro para saborear las mieles del Atlántico en todos los sentidos: gastronomía, playas inmensas, fiestas y cultura popular, tiendas, artesanía, parques… Los mimbres que permiten configurar unas vacaciones de relax incomparables tanto si uno viaja solo como si lo hace en pareja, con amigos o con toda la familia.
Jandía es la península dorada. Un pedacito de magia que la fuerza de la naturaleza ha unido con el paso de los siglos al cuerpo central de la isla, abriendo una pasarela al paraíso. A pesar de la presencia de hoteles en Jandía y resorts en todo el entorno de la playa del Matorral, esta zona sigue manteniendo el carácter auténtico de aquellos tiempos en los que solo los locales caminaban por sus arenas, bajaban al puerto y se hacían a la mar.
Morro Jable, pueblecito marinero del extremo más sur de Jandía, es un buen ejemplo de toda esa esencia que llena Fuerteventura: la calma, las viejas costumbres, las artes de pesca más tradicionales, los restaurantes bulliciosos con pescado fresco servido frente al mar, los mercadillos de objetos inverosímiles, las gentes que se quedan horas mirando al infinito vaivén de las olas, los barcos, las rocas y el sol.
Cerca, escondida entre las montañas del parque natural de Jandía, está la famosa playa de Cofete, un enclave resguardado del turismo masivo donde para llegar es necesario hacer un recorrido de montaña y estar preparado para jugar con las mareas. Es una playa de postal, de una belleza incontestable, pero donde el baño puede ser a veces complicado debido a la fuerza del océano en esta zona, con corrientes traicioneras.
Plantearse unas clases de surf o buceo es una buena alternativa para completar las vacaciones en esta isla que está considerada en el mundo entero como uno de los mejores destinos para disfrutar de las olas y los fondos marinos. En toda la península hay escuelas y empresas que brindan estos servicios e incluso permiten alquilar equipos o reservar rutas con guías expertos. Es más, algunos hoteles en la costa de Jandía ofrecen directamente sus propias clases o bien dan descuentos a sus huéspedes para las escuelas.
La gastronomía es otro punto fuerte. Aunque hayas reservado el hotel con todo incluido en Jandía, deberías dedicar al menos un par de noches a cenar fuera o bien a disfrutar de un almuerzo frente al Atlántico en alguno de los restaurantes más entrañables de Morro Jable. Famosos son La Laja y Los Abuelos. Éste último es donde habitualmente come la gente del pueblo y es, por tanto, un punto de encuentro ideal con el costumbrismo y las anécdotas más curiosas de la isla.
Para escaparse a Fuerteventura, cualquier época del año es buena pero en estos meses de agosto y septiembre es cuando mejor se está, no solo porque los días son más largos y las horas de sol perfectas, sino porque la actividad de eventos y propuestas es mucho más variada que durante los meses de invierno, considerados de temporada baja, sobre todo en el sur de la isla.