Muebles años 50, decoración inspirada en el mar o en un bosque noruego, estilo neoyoquino chic, espacios de esencia escandinava… La decoración y el diseño de las habitaciones de los hoteles en Madrid, Barcelona, Valencia y el resto de principales ciudades y núcleos de costa de España puede llegar a sorprender incluso a los más viajados. Atrás quedan aquellas épocas en las que todas las habitaciones de los hoteles eran prácticamente iguales: cama, mesita, escritorio y baño (y eso no en todos los casos). Ahora, los hoteles de 3 y 4 estrellas en España ofrecen siempre un toque diferencial, buscan crear espacios con personalidad que aporten un plus a la experiencia del cliente y que pueda servir de gancho de fidelización, al tiempo que modela y solidifica la imagen de marca de la cadena.
Este trabajo de renovación, remodelación y redecoración de las habitaciones de los hoteles se ha producido sobre todo en las grandes cadenas como Barceló, Melià e Iberostar y en pequeños hoteles boutique en Mallorca, Levante, la costa catalana y ciudades con encanto, como Sevilla o Salamanca.
La habitación ideal a pesar de todos los esfuerzos de diferenciación y equipamiento que han hecho buena parte de los establecimientos a partir de 3 estrellas sigue siendo aquella que ofrece un espacio adaptado a la capacidad que se reserva, camas cómodas, paredes insonorizadas, estancia con baño propio confortable y versátil, armarios sencillos pero funcionales y servicios modernos como la conexión a Internet gratuita.
Las cartas de almohadas, el colchón King Size o la bañera hidromasaje son un plus que permite al hotelero ofrecer habitaciones superiores por un precio más elevado y que, por el momento, están dando buenos resultados: los viajeros actuales están dispuestos a pagar por un valor añadido y un plus de calidad siempre y cuando éste sea, efectivamente, algo más.
Las habitaciones de los hoteles urbanos en Madrid o Barcelona, por ejemplo, tienen una premisa que cumplir: la ubicación. A partir de ahí, la otra característica que más valoran los viajeros que quieren disfrutar de una estancia urbana -ya sea por ocio o negocios- es la comodidad del mobiliario, su buen estado y su funcionalidad. Así, se considera una ventaja tener TV en la habitación, pero solo si realmente se ofrecen canales adecuados y en los idiomas del público que se hospeda habitualmente en el hotel. Por ejemplo, un hotel en Mallorca con spa o golf que no incluya en sus habitaciones un sistema de canales internacionales pierde sin duda muchos puntos a la hora de ser elegido como alojamiento para las vacaciones. Algo tan simple como la televisión o que el apartamento tenga microondas puede ser el elemento decisivo.
Habitaciones business
La vertiente business de la gran mayoría de estos hoteles en Barcelona, Valencia, Madrid, Sevilla o Bilbao hacen que muchas tengan también ese toque ejecutivo que antes solo se veía en establecimientos de la máxima categoría. Hoy en día, un buen hotel de 4 estrellas en el centro de Barcelona o Madrid puede llegar a ofrecerte hasta bicicleta estática en la habitación, minibar especial, iPad con conexión gratuita a Internet y wifi para llevarte por la ciudad durante tu estancia, una opción que hace poco estrenó el hotel en el centro de Málaga de la cadena Petit Palace.
La mayor parte de las habitaciones ejecutivas tienen una decoración especial, más orientada a reservar un espacio de trabajo y dar un ambiente más sobrio, sencillo y con servicios exclusivos pensados para asegurar el mejor descanso y comodidad al que viaja por motivos laborales. Suele ser un huésped habitual y exigente por lo que el listón en estas habitaciones se mantiene bastante alto.
La ubicación en estos casos también es importante, pero ya no es necesario que el hotel esté en el centro o al lado de los principales puntos de interés de la ciudad sino más bien cerca de las vías de comunicación como son las estaciones de tren, metro, el aeropuerto y las autopistas. Asimismo, lo ideal es que estén cerca de los recintos feriales, los polígonos empresariales y los centros de congresos y convenciones.
Habitaciones para familias
La habitación perfecta también lo es en función del tipo de huéspedes que tenga que alojar. Los que viajan con niños, por ejemplo, lo tienen muy claro: todo hotel familiar que se precie debe tener habitaciones familiares hasta 4 personas o, como mínimo, habitaciones comunicadas. Es complicado, por ejemplo, que una pareja con críos reserve una habitación de hotel en Mallorca doble con sofá cama para pasar más de una semana. Aún así, a veces no queda más remedio porque la oferta actual sigue incluyendo habitaciones cuádruples que en realidad son poco más que una habitación con sala de estar y sofá cama doble. La tendencia, no obstante, es a dar al usuario espacios más adecuados y ajustados a sus necesidades. Eso no quiere decir que sean más grandes pero sí que estén mejor aprovechados y sean, sobre todo, más cómodas para todos.
Uno de los mejores modelos de habitaciones familiares son las de los hoteles en el centro de Madrid y Barcelona que gestiona la cadena de hoteles urbanos Petit Palace: en un mismo espacio incluyen cama de matrimonio, literas para los niños, escritorio con zona de trabajo y ordenador, baño completo con bañera hidromasaje, armarios empotrados, lámparas de lectura, regalo de bienvenida para los pequeños, amenities de baño…