El encanto de la costa de Barcelona

De Montgat a Magrat de Mar, donde desemboca el río La Tordera, discurre toda la llamada costa de Barcelona o costa del Maresme, uno de los litorales de Cataluña más famosos por sus espectaculares playas y el encanto de sus pequeños pueblos de esencia marinera. Destino habitual del turismo nacional, reúne nombres de lugares que huelen a verano y que han marcado la infancia de muchos en nuestro país: Caldetas, Calella, Santa Susanna….

Uno de los mejores pueblos para buscar alojamiento en el Maresme es Calella: su magnífica playa urbana, Port Bo, es una de las más auténticas de esta costa, ya que conserva toda su tradición de pescadores con las riberas salpicadas de pequeñas barcas de colores. Calella de Palafrugell es además un destino perfecto para familias con niños pequeños o para un fin de semana de playa en pareja. Destaca por su ambiente tranquilo y por sus buenos servicios turísticos.

La calle de la Esglesia es la más concurrida y comercial de Calella de Palafrugrell, un excelente lugar para conocer el ambiente de este destino tradicional de vacaciones en familia: tiendas de suvenires, chiringuitos de playa, restaurantes, bares, zonas de juegos para niños…

Muy cerca está el faro de San Sebastián, una zona de acantilados y calas de roca en las que disfrutar de una escapada romántica lejos de todo y con ese encanto que ofrece la localidad de Llafranc, una de las que todavía se mantiene intacta, alejada del turismo masivo. Aquí se puede ver una de las mejores puestas de sol de la costa del Maresme y probar algunos de los platos más sabrosos de la gastronomía marinera de esta zona de Cataluña.

Si seguimos avanzando, encontramos varios pueblos turísticos en los que es relativamente sencillo encontrar un buen alojamiento a precios realmente económicos. Los hoteles en Santa Susanna, por ejemplo, ofrecen completos servicios, una ubicación privilegiada al pie de algunas de las mejores playas de la costa de Barcelona: playa de Llevant, playa de Les Caletes y la playa de Les Dunes.

Si en vez de Santa Susanna reservas hotel en Malgrat de Mar, podrás disfrutar del último pueblo del Maresme situado justo al lado del río Tordera que hace de frontera con el litoral de Girona. Su gran playa de 7 km de longitud es uno de sus principales atractivos, que lo ha llevado a ser uno de los municipios más turísticos del Maresme. Sin embargo, Malgrat de Mar es mucho más que playa. Merece la pena visitar su Monte Castell, desde donde se puede ver toda la localidad y sus alrededores; la iglesia de San Nicolás, llamada también la Catedral de la Costa por su ubicación y su gran tamaño, teniendo en cuenta que Malgrat no es ni mucho menos uno de los pueblos más grandes de esta costa barcelonesa.