Destinos maduros en plena transformación

Baleares, Benidorm y toda la costa del Levante español, Marbella y la costa de Málaga o las Canarias son algunos de los llamados destinos turísticamente maduros de España. Se les dice maduras a aquellas zonas que han sido sobreexplotadas por el sector durante años, donde la edad media de las instalaciones hoteleras y las de los servicios complementarios está por encima de la década y en los que las propuestas vacaciones prácticamente se reducen a conceptos que funcionan desde los 60.

Pues bien, muchas de estas zonas están empezando ahora su reconversión, un proceso de revitalización y de especialización con el que pretenden quitarse el sanbenito de destinos descatalogados y de segunda, ofreciendo atractivos nuevos más allá de sus recursos naturales (increíbles playas).

El primer ejemplo, que busca ser el modelo a seguir para el resto de zonas turísticas con cierto estancamiento, es la Playa de Palma. Su ubicación sigue siendo excepcional dentro de la isla de Mallorca: al lado del centro de Palma (diez minutos en coche) y del aeropuerto, con una magnífica playa que es la más grande de toda la bahía de Palma. Las acciones que está llevando allí la iniciativa privada (después de que las administraciones hayan flexibilizado y agilizado la concesión de permisos) se están centrando sobre todo en la planta hotelera. Así, están proliferando los hoteles spa en la playa de Palma como los de IBEROSTAR Hotels & Resorts, que también está aplicando al mismo tiempo un especialización de cada uno de sus hoteles en un solo tipo de público: hoteles solo adultos, hoteles para deportistas, hoteles para niños en Playa de Palma… Todas las versiones y fórmulas de viajeros están teniendo su reflejo en los nuevos alojamientos que, además, han de ser siempre de un mínimo de 3 y 4 estrellas.

Vista de Playa de Palma desde el Hotel IBERSOTAR Bahía de Palma

Vista de Playa de Palma desde el Hotel IBERSOTAR Bahía de Palma

La idea de crear una red de hoteles sólida, de mayor calidad, con instalaciones más competitivas que atraigan a un viajero de mayor poder adquisitivo también está calando en el resto de destinos maduros que han de seguir el ejemplo de Playa de Palma. Hablamos aquí de las zonas de hoteles con Jacuzzi en Tenerife, los exclusivos hoteles solo adultos en Costa Adeje que se están abriendo en los últimos años, los hoteles en Marbella y otros puntos de la Costa del Sol -muchos orientados a las experiencias de golf- y también algunas zonas de Benidorm más selectas.

La oferta complementaria, a medida que se empieza a notar el cambio de viajeros en estas zonas, está también entrando a acelerar sus apuestas: más beach clubs, chill outs y todas las nuevas versiones de bares y restaurantes destinados a público selecto que busca buen ambiente y relax junto a la playa. Cafeterías de diseño, tiendas de marcas comerciales internacionales, escuelas deportivas con propuestas diversas adaptadas al nuevo público (en concreto, por ejemplo, en la Playa de Palma se está abriendo un foco importantísimo para los amantes del cicloturismo, con hoteles con instalaciones específicamente destinadas para ellos).

Falta, sin embargo, un mayor respaldo y más actividad en el sector público. La administración -si bien es cierto que sus arcas tienen graves mermas- ha de apostar con mucho más brío por lo que actualmente es el principal foco de negocio en España. El turismo sigue siendo el motor de casi todo en zonas como Mallorca, Canarias o Benidorm, pero la inversión no es equiparable, no está todavía a la altura. Perder un nuevo tren en este sentido hará que los tan esperados cambios y un nuevo futuro para el sector se nos resistan. Pero, paciencia. Todo llegará. Estamos en el buen camino.