Ibiza tiene mil y un rincones en los que perderse pero si eres de los que va buscando la calma, la tradición, el levantarse tranquilamente con el sonido del mar, comer un bocata en una tasca de toda la vida, pasear por callejuelas hasta subir a lo más alto y admirar el Mediterráneo en todo su esplendor… Tu rincón es Santa Eurlària des Riu.

Dicen que es el pueblo perfecto para ir con la familia y, de hecho, es el que tiene el ambiente más relajado y divertido para ir con los más pequeños de la casa. Reúne, además, atracciones y lugares de interés turístico para todas las edades, más allá del mundo de la noche sin fin y las grandes discotecas y palacios de la música electrónica del momento.

Santa Eulària des Riu es único, no solo porque posea el único río de todas las Baleares sino porque conserva ese halo de autenticidad que buena parte de la isla de Ibiza ha ido perdiendo con los años y con la llegada masiva de turismo joven en busca de fiestas, sol y playa. Es un pequeño lugar en el que crear un refugio de azules turquesa y arena blanca.

Sus playas y calas son un hervidero en verano, pero mucho más acogedoras y tranquilas que las de zonas como Sant Antoni, Sant Josep o Vila. Equipadas para adaptarse a todo tipo de viajeros, son ideales para ir con niños pequeños puesto que sus aguas no son profundas y suelen tener zonas de arena para jugar y caminar sin el peligro de las calas de roca que, aunque son preciosas, sí presentan cierta dificultad si se va con los peques.

Para alojarse en la zona hay mil y una propuestas ya que, a pesar de la calma y el ambiente auténtico, Santa Eulària es uno de los grandes polos de turismo en Ibiza. Allí podrás encontrar alojamientos solo para adultos, para niños, clásicos hoteles de playa, hoteles con chill out y beach club… Lo que se te ocurra y prácticamente todo lo que desees. Algunos ejemplos de buena relación calidad precio son el reciente IBEROSTAR Santa Eulària, el Tropic Garden o el Fergus Paraiso Beach, que está en la misma playa de Es Canar.

Para comer, Santa Eulària conserva la que es una de las bocaterías más famosas de la isla, el Bar Costa, donde dicen que el bocata de serrano es una verdadera joya culinaria. Pero si quieres algo más de la región, más elaborado, de plato, cuchillo, tenedor y cuchara, en el centro histórico del mismo pueblo encontrarás opciones para todos los gustos. El tapeo también es un must. Cierto que en los meses fuertes de verano tendrás que hacer uso de los codos y abrirte paso en las barras de las tabernas: la cantidad de gente que se va a comer a Santa Eulària es incontable.

Para pasar una mañana o disfrutar de las noches cálidas de la isla, en lugar de irte a una discoteca, en Santa Eulària te proponemos un plan al aire libre: los mercadillos hippies. El mercadillo de Punta Arabí y el de Las Dalias están en su territorio, uno muy cerca de Es Canar, el otro en la zona de Sant Carles que, además, es un pueblecito que tendrás que visitar sí o sí.

Otro de los pueblos cercanos al centro de Santa Eulària y que está considerado una de las joyas de la isla por su esencia tradicional ibicenca casi intacta es el de Santa Gertrudis. Una buena zona también para darse algún capricho gastronómico disfrutando de los productos frescos de las huertas que hay en esta pequeña localidad.

En el propio Santa Eulària, subir a su pico más alto (Puig de Missa) es una ruta obligada. La recompensa merece mucho la pena pues podrás ver una espectacular panorámica de esta zona de costa de Ibiza.

Las conexiones de este pueblo con el centro de Ibiza (Vila) y con el aeropuerto son muy cómodas tanto en transporte público como en vehículo propio. Lo ideal, si quieres ver más zonas de Ibiza y programar escapadas a sus distintas playas y calas, es que alquiles un coche o unas motos ya que la movilidad que te brindan te permitirá aprovechar mejor el tiempo. Los autobuses no siempre son una opción sobre todo si no vas a pasar demasiados días en la isla.

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