Las vacaciones de sol y playa nunca fallan

Hasta el más rebelde acaba cayendo. Hasta los que dicen nunca, critican y señalan acaban planeando algo así alguna vez. Y disfrutándolo. Las vacaciones de sol y playa, el tumbarse al dolce far niente durante una semana en un paraíso a orillas del mar es uno de esos pequeños lujos en los que todos caemos de cuando en cuando y muchos, siempre que pueden. No es de extrañar -y que digan ahora que no, que no, todos los que lo critican, que ya les llegará la hora de querer borrar esas palabras- pues el planteamiento de las vacaciones, en esencia, es eso: descansar en un lugar tranquilo en el que poder pasar el tiempo libre de la forma más cómoda posible, relajando cuerpo y mente, y haciendo todo eso que, allí donde vivimos, no podemos hacer. No importa si es deporte o largas jornadas de lectura tirados en la arena. Sea como sea, a nadie le amarga un dulce.

Es cierto que las vacaciones de sol y playa tienen grandes detractores porque en muchas ocasiones el presupuesto da para lo que da y uno acaba en una playa cualquier de Torremolinos o Benidorm dormitando rodeado de gente, niños y aparejos de playa que no dejan libre ni un granito de arena en todo el verano. Pero ésa es una visión muy reduccionista del concepto de viaje del que hablamos hoy. El sol y playa también puede ser escaparse a una playa virgen en medio de la naturaleza y descansar durante 5 días disfrutando de un cómodo alojamiento y de las múltiples propuestas de ocio que suelen diseñar para sus huéspedes. Un ejemplo en este sentido es el resort en la playa de El Rompido de la cadena Garden Hotels, un solo adultos en Huelva que se ha concretado en su propuesta todas las bondades del sol y playa con servicios 4 estrellas, planes complementarios interesantes y variados y servicios especializados en parejas y adultos que buscan máxima tranquilidad.

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Sol y playa, por excelencia, es el Caribe. Y, a pesar de los que quieran criticarlo, si uno puede permitírselo por fechas y presupuesto, todos deberíamos ir alguna vez a un resort en Playa Bávaro o a un Todo Incluido en la Riviera Maya, México. Reservar un hotel Todo Incluido en el Caribe no significa renunciar a ver el destino o a quedarse en el establecimiento todos los días de nuestra estancia, pero si uno así lo desea, tampoco es un mal plan: la relación calidad precio es excepcional, puedes disfrutar de todo lo que desees a cualquier hora, en cualquier lugar del alojamiento, cuentas con todo tipo de servicios no solo dentro el hotel sino en sus jardines y en la playa, tienes fiesta, relax, cultura… Todo lo que quieras, y casi todo incluido dentro del presupuesto inicial, lo cual permite planificar las vacaciones de forma más sencilla y sin sobresaltos de última hora.

Sin embargo, para los que no les gusten los aviones y no se planteen siquiera cruzar el charco, existen resorts muy similares a los del Caribe en España, como por ejemplo, los resorts en Playa de La Barrosa, Cádiz, que presumen de tener la mayor cifra de días de sol de España y que están justo frente al mar. Algunos hoteles en Costa Adeje, en Tenerife, tampoco desmerecen frente a los grandes resorts caribeños. De hecho, es ahí donde está el que, por tercer año consecutivo, ha sido elegido por los usuarios como el mejor hotel Todo Incluido de España.

De hecho, los resort Todo Incluido en Tenerife, Lanzarote, Mallorca o Andalucía son ideales para las vacaciones con niños: cómodos, muy completos en servicios, cada vez más especializados (un buen ejemplo son los llamados Hoteles Picapiedra, de la línea de hoteles para vacaciones en familia de Melià Sol Hoteles), algunos incluso con espacios diferenciados para padres e hijos, con el fin de que los mayores también puedan disfrutar de unos días de relax, aún viajando con los peques a su cargo… Pero, sobre todo, son una ventaja porque permiten ir con un presupuesto cerrado y fijado de antemano que evita sobresaltos al terminar las vacaciones.

Las vacaciones de sol y playa nunca fallan

Hasta el más rebelde acaba cayendo. Hasta los que dicen nunca, critican y señalan acaban planeando algo así alguna vez. Y disfrutándolo. Las vacaciones de sol y playa, el tumbarse al dolce far niente durante una semana en un paraíso a orillas del mar es uno de esos pequeños lujos en los que todos caemos de cuando en cuando y muchos, siempre que pueden. No es de extrañar -y que digan ahora que no, que no, todos los que lo critican, que ya les llegará la hora de querer borrar esas palabras- pues el planteamiento de las vacaciones, en esencia, es eso: descansar en un lugar tranquilo en el que poder pasar el tiempo libre de la forma más cómoda posible, relajando cuerpo y mente, y haciendo todo eso que, allí donde vivimos, no podemos hacer. No importa si es deporte o largas jornadas de lectura tirados en la arena. Sea como sea, a nadie le amarga un dulce.

Es cierto que las vacaciones de sol y playa tienen grandes detractores porque en muchas ocasiones el presupuesto da para lo que da y uno acaba en una playa cualquier de Torremolinos o Benidorm dormitando rodeado de gente, niños y aparejos de playa que no dejan libre ni un granito de arena en todo el verano. Pero ésa es una visión muy reduccionista del concepto de viaje del que hablamos hoy. El sol y playa también puede ser escaparse a una playa virgen en medio de la naturaleza y descansar durante 5 días disfrutando de un cómodo alojamiento y de las múltiples propuestas de ocio que suelen diseñar para sus huéspedes. Un ejemplo en este sentido es el resort en la playa de El Rompido de la cadena Garden Hotels, un solo adultos en Huelva que se ha concretado en su propuesta todas las bondades del sol y playa con servicios 4 estrellas, planes complementarios interesantes y variados y servicios especializados en parejas y adultos que buscan máxima tranquilidad.

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Sol y playa, por excelencia, es el Caribe. Y, a pesar de los que quieran criticarlo, si uno puede permitírselo por fechas y presupuesto, todos deberíamos ir alguna vez a un resort en Playa Bávaro o a un Todo Incluido en la Riviera Maya, México. Reservar un hotel Todo Incluido en el Caribe no significa renunciar a ver el destino o a quedarse en el establecimiento todos los días de nuestra estancia, pero si uno así lo desea, tampoco es un mal plan: la relación calidad precio es excepcional, puedes disfrutar de todo lo que desees a cualquier hora, en cualquier lugar del alojamiento, cuentas con todo tipo de servicios no solo dentro el hotel sino en sus jardines y en la playa, tienes fiesta, relax, cultura… Todo lo que quieras, y casi todo incluido dentro del presupuesto inicial, lo cual permite planificar las vacaciones de forma más sencilla y sin sobresaltos de última hora.

Sin embargo, para los que no les gusten los aviones y no se planteen siquiera cruzar el charco, existen resorts muy similares a los del Caribe en España, como por ejemplo, los resorts en Playa de La Barrosa, Cádiz, que presumen de tener la mayor cifra de días de sol de España y que están justo frente al mar. Algunos hoteles en Costa Adeje, en Tenerife, tampoco desmerecen frente a los grandes resorts caribeños. De hecho, es ahí donde está el que, por tercer año consecutivo, ha sido elegido por los usuarios como el mejor hotel Todo Incluido de España.

De hecho, los resort Todo Incluido en Tenerife, Lanzarote, Mallorca o Andalucía son ideales para las vacaciones con niños: cómodos, muy completos en servicios, cada vez más especializados (un buen ejemplo son los llamados Hoteles Picapiedra, de la línea de hoteles para vacaciones en familia de Melià Sol Hoteles), algunos incluso con espacios diferenciados para padres e hijos, con el fin de que los mayores también puedan disfrutar de unos días de relax, aún viajando con los peques a su cargo… Pero, sobre todo, son una ventaja porque permiten ir con un presupuesto cerrado y fijado de antemano que evita sobresaltos al terminar las vacaciones.