El sector hotelero está en plena fase de reinvención. Parece que ya nada (o casi nada) de lo que antes se ofrecía funciona si lo que uno quiere es competir por los huéspedes más jugosos, esos que elevan el gasto medio y lo prueban todo, los que aunque reserven en un hotel Todo Incluido en Benidorm salen a cenar por ahí, a descubrir y a comprar.
Los primeros en apostar por dar un cambio a su oferta han sido los hoteles para familias en destinos como Canarias, Andalucía y Mallorca. Éstos han comprendido que las parejas con niños del siglo XXI no buscan ya solo un hotel en el que pasarse el día, donde disfrutar de la playa de al lado y comer todo lo posible y más. Las familias de ahora quieren un lugar para compartir con sus hijos pero sin renunciar cada uno a sus vacaciones soñadas. Así surgen los hoteles diseñados como parques temáticos en los que las piscinas están llenas de juegos acuáticos, los equipos de monitores son profesionales de alto nivel y los servicios para niños están pensados de tal modo que los padres pueden aprovechar libremente su tiempo, con total tranquilidad.
Otros de los más madrugadores a la hora de iniciar estos cambios necesarios han sido los hoteles urbanos en Madrid y Barcelona, una tendencia que han seguido en los últimos tiempos los hoteles en el centro de Sevilla, en Palma de Mallorca, Málaga y los hoteles en Valencia. Todos han apostado por conceptos como hotel boutique y hotel con encanto, con la idea de convertir a cada establecimiento en un espacio único, digno de visitar y ser vivido, como si de un monumento más se tratara. Ejemplos de ello son hoteles como el Petit Palace Museum o el Ópera Garden, ambos de la cadena vasca Petit Palace, principal exponente de esta renovada imagen de los hoteles urbanos en España.
Los hoteles business, habitualmente muy volcados en este espíritu innovador, parece que han encontrado la línea adecuada y presentan escasos cambios más allá de pequeños rediseños interiores con el ánimo de crear espacios más orientados al descanso, el bienestar y los tratamientos de relax. Así es posible encontrar hoteles de negocios con Chill Out en Sevilla y resorts de spa y golf en Mallorca especializados en clientes business, como es el caso del Iberostar Son Antem, cerca de la capital balear.
Para reinvenciones recientes tenemos un hotel en Benidorm y un resort Solo Adultos en Playa Blanca de la cadena Marconfort que han dado la vuelta a su oferta especializándose en un segmento de público muy concreto y ligado directamente al destino. De hecho, en Benidorm, durante este mes de mayo inaugurarán la reforma de su Hotel Benidorm Suites, ahora convertido en un hotel para amantes de la música, orientado especialmente a treintañeros.
Los cambios se producen sobre todo en el área de los servicios, con un diseño muy especializado en segmentos bien definidos (familias, parejas, jóvenes, niños, amigos…) y también relacionados con las motivaciones de viaje: deporte, relax, aventura, cultura, celebraciones…
Aumentan así los hoteles con spa y golf en destinos como Mallorca, la Costa Blanca y el litoral de Andalucía, mientras que los resorts de playa en zonas como Fuerteventura, Benidorm o la costa catalana están optando por la incorporación de pequeñas instalaciones encaminadas a ofrecer un plus diferencial: gimnasio propio, reforma de habitaciones, creación de espacios para clientes business o áreas especiales para adultos en hoteles para familias, etc.
Los cambios drásticos más notables en este sentido están siendo protagonizados por Melià, uno de los grupos hoteleros más importantes de España y que, desde hace años ya, ha iniciado un trabajo de remodelación completa en sus destinos y hoteles más maduros. Destaca y sirve de ejemplo su concepto Beach House, en Calvià, donde siguen incorporando nuevas alternativas de viaje y ocio siempre ligadas a sus hoteles en esta zona de Mallorca.
Una de sus últimas novedades es la puesta en marcha del Café del Mar en Mallorca, emulando a su vecino en Ibiza, después de que Melià haya llegado a un acuerdo con la marca. Abrirá este verano y promete ser uno de los puntos de encuentro imprescindibles de todo viaje a Mallorca que se precie.
Otro de los grandes exponentes de esta tendencia de reinvención hotelera es el grupo Fiesta, propietario de hoteles como Fiesta Hotel Cala Nova o el Club Palm Beach en Ibiza, con ejemplos tan claros y de éxito innegable como el Ushuaïa y el Mallorca Rocks, ambos vinculados al público joven, de 25 a 35 años.