Buscando el norte

… Nos encontramos indudablemente con Bilbao. Si tienes que elegir, no lo pienses, nada mejor para el verano que esta ciudad llena de vida y con cientos de planes por minuto: museos, gastronomía, uno de los festivales de música más modernos del panorama nacional, las rutas naturales más espectaculares, su ría y, por supuesto, su gente. Bilbao ha sido una de las urbes españolas que ha sufrido una mayor transformación en los últimos años en cuanto a lo que se refiere como destino turístico, convirtiéndose es uno de los más cotizados. Julio es el mes en el que se concentran más fiestas populares, por lo que -si puedes coger esas fechas- es el mejor momento para visitar la ciudad. ¿Te preocupa el clima? No temas, las temperaturas suelen ser suaves, rondando los 20 grados de media (o más), no llueve tanto como se dice y, de hecho, el fresquito de sus amaneceres se agradece.

El alojamiento no es del todo barato, lo que se dice barato. Pero tampoco tan caro como San Sebastián o Santander. Hay hoteles históricos en Bilbao que ofrecen una buenísima relación calidad precio pero, eso sí, hay que reservar con tiempo porque sus habitaciones vuelan: están junto al casco antiguo, que es la zona más interesante si quieres disfrutar del ambiente nocturno de la ciudad. Si prefieres unas vacaciones más orientadas a playa o naturaleza, te recomendamos que dejes el centro de Bilbao solo para ir de visitar y que busques un hotel junto a la playa de Ereaga o en cualquier punto de Getxo: mejor precio y muy buenas conexiones para organizar excursiones y rutas por los parajes de los alrededores de la ciudad.